Ford y Mercedes-Benz volverán a los dos turnos de producción, como antes de la pandemia
La industria automotriz, de a poco, recupera los volúmenes previos a la cuarentena. En agosto, el volumen fue 21% superior al de julio. En ocho meses, acumula una caída del 37,5 por ciento.
Ford y Mercedes-Benz volverán a llevar a sus fábricas un segundo turno de producción, el ritmo al que trabajaban antes de la pandemia. La información trascendió dos días después de que la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) difundiera el compromiso de las terminales de producir 20.000 unidades adicionales a lo previsto antes de fin de año para, de esa forma, alcanzar un volumen de 250.000 vehículos y destrabar el ingreso de los 96.000 autos importados que necesitan para cerrar un mercado doméstico de 290.000 ventas en 2020.
Hasta ahora, la única automotriz que había retomado su ritmo de actividad pre-pandemia era , que saltó a ese régimen a fines de julio.
Antes de la cuarentena, Mercedes-Benz, que había reanudado a fines de mayo la actividad de su planta de Virrey del Pino, apuntaba, como escenario optimista, a fabricar este año un mínimo de 18.000 unidades de la nueva Sprinter, vehículo que empezó a hacer en octubre último, tras una inversión de u$s 150 millones y que se destina en un 70% a la exportación.
“Próximamente, nuestra planta podrá retomar el segundo turno de producción”, anticipó Christian Kimelman, director de Mercedes-Benz Autos, la división de automóviles de la marca de la estrella, durante una videoconferencia por el lanzamiento del nuevo utilitario deportivo GLA.
Por la cuarentena, como todas las terminales, Mercedes-Benz frenó su producción el 20 de marzo. La reanudó el 26 de mayo, a un turno. A partir del lunes 7, pasará a dos. La Sprinter se exporta a Brasil, principalmente. También a Chile, Colombia, Perú y algunos destinos de América central. En noviembre, enviará una versión (chasis) a los Estados Unidos.
Por su parte, Ford anunció que implementará un segundo turno de producción en su centro industrial de General Pacheco, por la creciente demanda de su pick-up Ranger en los mercados de Brasil y la Argentina. De esta forma, destacó la filial del óvalo, Planta Pacheco pasará a fabricar 234 unidades diarias, un 6% más que en los niveles previos a la pandemia. Ford había decidido parar sus fábricas en el Mercosur a partir del 18 de marzo, dos días antes del decreto de Alberto Fernández.
El óvalo retomó el 20 de mayo. Para el segundo turno, que duplicará los volúmenes con los que reactivó su planta, incorporará a 220 empleados temporarios. Así, reemplazará al personal con licencia obligatoria: gente de más de 60 años o con factor de riesgo de salud. En Pacheco, Ford hace la nueva generación de la Ranger; también exporta el 70% de su producción. En su caso, a Brasil, México, Chile, Colombia y Perú, entre otros mercados de la región.
En términos generales, las automotrices radicadas en la Argentina están recuperando los niveles de producción previos a la cuarentena. Aunque, en ocho meses, la industria acumuló una caída del 37,5%, a 133.590 unidades ensambladas, el volumen de agosto (25.835 vehículos, 16,2% menos que un año antes) resultó 21,2% superior al de julio, informó ayer la Asociación de Fábrica de Automotores (Adefa).
Dinámica similar se observó en las exportaciones. Desde enero, el sector acumuló 76.440 envíos al exterior, una baja del 47,8%. Pero, el mes pasado, despachó 13.606, un 41,6% más que en julio (caída del 27,8% en términos interanuales).
En tanto, las ventas mayoristas –es decir, de fábricas a concesionarios– sumaron 28.346 unidades en agosto, 25,4% menos que un año antes pero 26,1% por encima de julio. En consecuencia, el mercado interno acumula hasta ahora una caída del 34,2%, a 173.979 autos facturados.
“Estamos ya en septiembre de un año que ya sabíamos que sería complicado y que se puso más difícil por el Covid“, describió Kimelman, de Mercedes-Benz. “Como marca, esperábamos un volumen similar al de 2019: 2100 unidades. Ojalá, podamos cerrar en 1800. Es el número al que apuntamos para que termine el año”, agregó.
En la Argentina, Mercedes-Benz ofrecerá dos versiones del nuevo GLA, SUV importado de Alemania y fabricado sobre la plataforma del Clase A. Entre ambas –GLA 200 y GLA 250–, proyecta 200 ventas hasta fin de año. En 2021, una vez disipado el efecto novedad, , estima, podrían ser 300.
Tras la reciente actualización del “impuesto al lujo”, valdrán u$s 55.200 y u$s 79.500, respectivamente. El tributo hace que los precios sean 56% y 120% más altos que en Brasil, por ejemplo. No es la única distorsión. En ese país, la brecha entre las versiones es de u$s 2300. Por haber quedado en escalas distintas -arancel del 20% el GLA 200; del 35% para el 250-, esa grieta, en la Argentina, es más de 10 veces superior: u$s 24.300.
Por Juan Manuel Compte
El Cronista