El Senado convirtió en ley el proyecto de Promoción de Inversiones en la Industria Automotriz-Autopartista
Plantea beneficios impositivos para las empresas productoras del sector.
Aun año de su entrada al Congreso, el proyecto de Promoción de Inversiones en la Industria Automotriz-Autopartista fue finalmente convertido en ley por el Senado luego de que el ministro de Economía, Sergio Massa, pidiera su aprobación como parte de un paquete de “leyes productivas”.
La nueva norma plantea beneficios impositivos con el fin de incentivar las inversiones en todos los eslabones de la cadena de producción automotriz. En junio la aprobó la Cámara de Diputados y el Senado la convirtió en ley por unanimidad, con 56 votos a favor.
La clave política del tema está en que forma parte de la “agenda productiva” que Massa le había reclamado aprobar al Congreso al inicio de su gestión en la cartera económica.
Industria automotriz, beneficios
El proyecto declara oficialmente como “estratégica” a la industria automotriz-autopartista y a todos los eslabones de esa cadena productiva por su peso en las exportaciones del país y su capacidad de atraer divisas.
Por ello, entre los beneficios fiscales que plantea para el sector se destaca el que establece que los derechos de exportación serán de 0% para este sector hasta el 31 de diciembre de 2031.
Con el fin de promover las inversiones en todos los eslabones de la cadena de producción automotriz, el proyecto propone que las empresas puedan acceder a una devolución anticipada del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Asimismo, la iniciativa establece la “amortización acelerada en el Impuesto a las Ganancias” por inversiones en bienes de capital y obras de infraestructura. La clave del “contenido nacional” en los vehículos
El proyecto está orientado a nuevos proyectos de inversión que garanticen una mayor producción, exportaciones y empleo tanto en las empresas terminales del sector como en las autopartistas.
El régimen de promoción de inversiones alcanzará a los proyectos de inversión que incluyan “plataformas exclusivas regionalmente y niveles mínimos de contenido nacional” en la producción.
Al respecto, la iniciativa hace referencia a la producción de automóviles, camionetas pick ups, vehículos comerciales livianos, camiones, chasis con y sin cabina y ómnibus, así como motores (de combustión interna, híbridos, gas) y autopartes.
Según el texto, los vehículos producidos en el marco de los proyectos de inversión aprobados para el nuevo régimen de beneficios deberán tener un “contenido mínimo nacional” del 15% durante los primeros 3 años de producción y del 20% los siguientes 2 años. En el caso de los motores que se produzcan, ese contenido nacional tendrá que ser del 10% durante los primeros 3 años y 15% en los siguientes 2.
Rol de la industria automotriz en el plan de gobierno
La importancia que el ministro de Economía le otorga al sector automotriz está relacionada con la obsesión número 1 de su gestión: conseguir dólares para fortalecer las alicaídas reservas del Banco Central.
Un día antes de la sanción de la ley, y con la certeza de que el Senado le daría luz verde, Massa recorrió una planta automotriz en donde destacó el “dinamismo y competitividad” de esa industria y subrayó que “con 8.800 empleados y una producción superior a la prepandemia, genera una enorme proyección a futuro“.
“Si Estado, trabajadores y empresas seguimos trabajando juntos el sector puede generar un saldo comercial positivo de u$s400 millones. Esto nos acerca a lo que nos propusimos en nuestra hoja de ruta, mejorando la balanza comercial y garantizando la acumulación de reservas“, afirmó el ministro en esa oportunidad.
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