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Uno de cada cinco vehículos vendidos en el país ya son “pick-ups”

De la misma forma que en el fútbol nacional hay rivalidades marcadas, como entre Talleres y Belgrano, y Boca y River, entre los usuarios de camionetas las preferencias también están bien definidas hasta el extremo.

La disputa comenzó en la década de 1960, cuando General Motors inició la fabricación en el país su pick-up Chevrolet C10, también conocida como “Apache”. Su principal adversaria era “la Loba”, el modelo F100 que Ford por ese entonces importaba y que en 1961 comenzó a producir en la planta ubicada en General Pacheco (provincia de Buenos Aires).

• En los primeros tres meses del año, 18% de los vehículos patentados en el país fueron camionetas. En 2008, esa participación era apenas del 6,9%.
• Entre enero y marzo, las ventas al exterior de los cinco modelos que se producen en el país –dos de ellos en Córdoba– crecieron 30%.
• Sus fabricantes aseguran que si tuvieran más unidades disponibles también las venderían.

Con una participación muy reducida dentro de las ventas domésticas, ambas utilitarios apuntaban a un público bien definido: por ser consideradas herramientas de trabajo sus usuarios eran el sector agropecuario y determinadas actividades ligadas a la industria y al transporte.
Casi seis décadas después, y cada vez con más adeptos, el campeonato argentino que juegan las pick-ups (integrantes del segmento de vehículos comerciales livianos) ha sumado más equipos.

Mientras la F100 dio paso a la Ranger, y Chevrolet decidió cambiar de letra y llamar a su modelo S10 –que ya no se fabrica en el país sino que viene de Brasil–, se sumaron otras marcas con fabricación nacional. En 1997, Toyota trae su modelo Hilux: en 2009, Volkswagen a la Amarok; en 2018, Nissan a la Frontier y recientemente –el año pasado– Renault a la Alaskan.

Se trata de un torneo de seis jugadores que cada vez tiene más protagonismo en las ventas nacionales y que en el caso de la industria nacional (Toyota, Volkswagen, Nissan, Ford y Renault) también juega copas internacionales, de la mano de la exportación.

En 2008, el segmento de pick-ups medianas en el mercado nacional era abastecido por tres marcas y modelos: Toyota Hilux, Ford Ranger y la Chevrolet S10 importada desde Brasil. Ese año, la demanda interna de autos fue de 610.780 unidades, de las cuales 42.151 fueron camionetas, con una representación del 6,9 por ciento.

El año pasado, ya con cinco marcas en competencia, la participación creció al 15 por ciento.

En un 2020 afectado por la pandemia, el patentamiento de vehículos alcanzó a 342.474 unidades, de los cuales 51.526 fueron apartadas por las ventas de Hilux, Amarok, Ranger, S10 y Nissan.

En los primeros tres meses del año, el protagonismo de las pick-ups es aún mayor. De los 116.800 vehículos vendidos entre enero y marzo, 18 por ciento fueron camionetas: un total de 20.626 unidades.

En esta magnitud no están consideradas los patentamientos de versiones importadas desde Brasil como la Fiat Toro, la Renault Duster Oroch, la Volkswagen Saveiro o la Fiat Strada, con lo cual el desempeño de las pick-ups medianas sería aún mayor.

Local y exterior
Terminado marzo, en el primer trimestre del año dos modelos de camionetas ocuparon un lugar en el podio en el mercado nacional. La Toyota Hilux, con 7.968 unidades y un crecimiento interanual del 50 por ciento ocupó el segundo lugar; mientras que la Volkswagen Amarok con 5.214 unidades y un aumento interanual de 111,5 por ciento es la tercera en el ranking argentino.

Además de esta performance, casi la totalidad de los modelos que integran el “grupo de los seis” muestra también crecimiento en 2021: la Ford Ranger, con 4.426 unidades y un aumento de 80,7 por ciento; la Nissan Frontier, con 1.287 vehículos y un crecimiento del 88,7 por ciento. La Alaskan de Renault, que debutó este año, ya tiene 810 unidades vendidas. La excepción es la Chevrolet S10, que se fabrica en desde Brasil, y que exhibe una caída en los patentamientos locales del 1,1 por ciento.

Pero, más allá del buen desempeño en el mercado interno, la producción de camionetas en el país tiene como foco estratégico la exportación.

En Córdoba, la plataforma que la alianza Nissan y Renault desarrolló –con una inversión de 600 millones de dólares– en la planta ubicada en barrio Santa Isabel para fabricar sus modelos Frontier y Alaskan está basada en un perfil que tiene al comercio exterior como principal negocio.

Entre enero y marzo, las exportaciones de utilitarios, que incluye a los vehículos fabricados en el país con una capacidad de carga de hasta 1.500 kilos y donde están incluidos los modelos de pick-ups, crecieron 30 por ciento. Según datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), en el primer trimestre las ventas al exterior reunieron 36.941 unidades, 8.497 más que en igual período de 2020.

Toyota es la mayor exportadora de vehículos en Argentina. El año pasado, la japonesa produjo 93.828 unidades en su planta de Zárate (provincia de Buenos Aires), equivalentes al 36,5 por ciento del total del sector, de las cuales destinó 74 por ciento a 22 mercados de América latina. Para este año, Toyota tiene un plan de producción de 130.000 unidades, la mayoría de su modelo Hilux, también con un fuerte foco en las ventas al exterior.

Brasil es el principal destino de las pick-ups nacionales. Allí, por ejemplo la Hilux fabricada en Argentina se ubica en el tercer lugar en el ranking de vehículos comerciales livianos; a ese mercado también ingresan con buen ritmo de ventas la Ford Ranger y la Volkswagen Amarok.

“El segmento camionetas está creciendo muy rápidamente y ya tiene 18 por ciento del mercado total, es un dato increíble, no hay otros países del mundo donde se registren estos indicadores”, aseguró a La Voz Thomas Owsianski, presidente y CEO de Volkswagen Argentina.

Según el ejecutivo, esta realidad es también producto de los desafíos que plantea para las automotrices radicadas en el país las restricciones a la importación, debido a que la falta de productos importados genera más oportunidades comerciales para el segmento.

El mes pasado, precisamente, la producción nacional de la Amarok –que tiene un 30 por ciento de componentes argentinos– alcanzó la mayor cifra mensual desde 2016, con 3.200 unidades.

Según las estimaciones de la automotriz alemana, 2021 podría ser el año de mayor producción nacional de Amarok desde que inició su fabricación en 2009. Además de abastecer el mercado local, la planta de la terminal alemana en el país exporta unidades a Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda, entre otros mercados.

Plataforma Córdoba

El modelo Renault Alaskan es el último que se sumó al “grupo de los seis”. Su producción, en el complejo que comparte con la japonesa Nissan en la ciudad de Córdoba, arrancó a finales de 2020.

Con una capacidad para producir 75 mil pick-ups al año, ambas marcas prevén este año producir alrededor de 30 mil unidades. Desde Renault ratificaron que en el primer año de comercialización del modelo el objetivo es estar en el cuarto lugar del segmento.

“Se vende todo lo que se produce y si hubiera más producción también se vendería”, aseguran desde la empresa francesa.

A nivel de producción, y a partir de la demanda existente, la terminal francesa evalúa la posibilidad de aumentar la fabricación en el segundo semestre del año. Dependerá –según aclaran desde la automotriz– de la disponibilidad de los dólares necesarios para importar las piezas necesarias para agregar un segundo turno a la línea de fabricación.

Desde Nissan, la terminal japonesa que fabrica en Córdoba el modelo Frontier desde 2018, afirman que las expectativas son favorables, no sólo para el año sino también a largo plazo.

Durante el año pasado, la fabricación del modelo de Nissan fue de alrededor de 11 mil unidades; para este año, junto con la Alaskan, se proyectan 28 mil unidades.

Con la idea de incorporar cada vez más componentes nacionales (también obligadas por las restricciones al ingreso desde el exterior), las terminales están llevando a cabo programa de sustitución de importaciones.

Como parte de un plan a 2023, Ford prevé incorporar más autopartes nacionales su modelo Ranger, mientras que Toyota viene llevando a cabo un programa a 2025 para dotar de mayor localización de piezas para sus modelos fabricados en el país.

En el corto plazo, y como parte del modelo de sustitución de importaciones, desde el Gobierno aseguran que las automotrices proponen aumentar la producción, de modo que la participación de los vehículos de fabricación nacional en el total de las ventas suba siete puntos porcentuales. Eso significaría pasar del 35 por ciento obtenido en 2020, al 47 por ciento para el presente año.

Usuarios aspiracionales

El confort que brindan los nuevos modelos de pick-ups lejos está del que ofrecían sus antecesoras en la década de 1970, más focalizadas en la resistencia y la robustez. La publicidad de la Ford F-100 lanzada desde un avión Hércules en 1974 era un ejemplo de lo que buscaban referenciar sus fabricantes.

Hoy, el perfil del usuario del segmento ha mutado. “Nuestra Amarok V6 (con caja automática y 258 CV de potencia) es un producto netamente aspiracional. Varios de mis vecinos lo tienen y no son productores. En Brasil sucede algo similar”, destaca Thomas Owsianski, CEO de Volkswagen Argentina.

Con una propuesta de vehículo para “uso total”, Renault está posicionando a su modelo Alaskan. “Es para un cliente que busca una pick-up para su uso diario, que no distingue entre el trabajo y el placer. Un pick-up versátil que atiende las necesidades de un vehículo de pasajeros y también para clientes profesionales y emprendedores”, aseguran desde la terminal francesa, que sumó a Emanuel Ginobili como el principal embajador para instalar al modelo.

Por Alejandro Rollán
La Voz

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