Motovehículos

Zanella Cecatto V250I, casi 65 años después

La marca bonaerense vuelve a resurgir con el modelo que la vio nacer.

En 1948 Juan y Santiago Zanella, junto a otros dos socios, fundaron Zanella. La marca argentina lleva desde entonces de una manera prácticamente ininterrumpida dedicada a la fabricación de motocicletas, pero también a otras actividades como la metalurgia, siendo esta la primera labor a la que se dedicaban en los primeros compases de la empresa.

No es hasta finales de los 50 cuando la marca bonaerense se mete de lleno en el sector de la automoción, y en particular en el segmento de las dos ruedas, siendo 1957 el año en el que presentan la primera motocicleta, la Zanella Ceccato 100. Es a finales de los 80 su momento de mayor esplendor, ya que además de en el mercado nacional, Zanella importaba a diversos países del entorno sudamericano.

En las siguientes tres décadas ha sido un ir y venir en las que, al igual que la mayoría de la industria argentina, han sufrido los vaivenes de la economía del país, siendo 2019 el año en el que la empresa cerraba definitivamente sus puertas. Unos meses después el grupo Iraola, un holding empresarial argentino, se hizo con todos los activos de la marca, relanzándola de nuevo y uniendo la firma a otras como Kymco, Kawasaki y Mondial, donde es el importador en exclusiva dentro del país latino.

Aquí es donde aparecen motocicletas como nuestra protagonista del día, la Zanella Ceccato V250i, que viene a rememorar el nombre del modelo que casi 65 años atrás daba el pistoletazo de salida a la marca dentro de las dos ruedas. Además, esta “dos y medio” luce una estética retro, tan de moda en nuestro días, que nos transporta a la década de los 60 y 70, donde las café racer hacían furor y se convertian en sinónimo de prestaciones y personalidad a partes iguales.

Para propulsar esta Ceccato V 250i la marca bonaerense opta por una mecánica bicilíndrica de 249 cc refrigerada por aire, con árbol de levas en cabeza y alimentada por un sistema de inyección de combustible. El resultado son 18,1 CV de potencia a 8.000 RPM, con un par máximo de 18,5 Nm a 6.000 RPM, todo ello transmitido mediante un cambio de cinco relaciones a la rueda posterior.

El chasis que acoge a este motor es un doble cuna tubular en acero, con el característico triangulo que une el subchasis a este y un basculante tipo H. A nivel de suspensiones cuenta en su frontal con una horquilla telescópica hidráulica con barras de 37 mm, siendo un monoamortiguador el encargado de trabajar en la zaga.

Por otro lado, cuenta con doble disco lobulado en el apartado de la frenada, de 280 mm y 240 mm delante y detrás, respectivamente. Por ultimo, encontramos unas llantas de tipo radial en doble medida, calzadas con neumáticos 100/80 R17 en el eje delantero y 130/90 R15 en el trasero.

Si bien es cierto que hay cosas poco entendibles, como que no disponga de ABS, otras en la Ceccato V250i se prestan a hacerla muy atractiva para el público argentino. Entre ellas está por supuesto su estética, pero también acompaña un buen equipamiento y nivel de acabados; por ejemplo, su escape lateral en acero inoxidable. También detalles como el escape tipo café racer con tapa desmontable para descubrir la segunda plaza. El sillín en este caso es desmontable y bajo él encontraremos un pequeño hueco, además de una bolsa de herramientas.

Otros detalles a destacar son su faro con rejilla protectora, mezclando esa imagen vintage con las nuevas tecnologías aplicadas a su iluminación, en este caso de tipo LED. El cuadro de instrumentos, por su parte, mezcla un cuentavueltas analógico con una pequeña pantalla LCD donde podremos visualizar el cuentakilómetros, totalizador de kilómetros y parcial, así como indicador de marcha engranada.

En la zona del odómetro se integran además diversos testigos luminosos de neutro, intermitencia o posición de larga. Por último, y yéndonos al detalle, encontramos otros elementos como asidero trasero para el pasajero, protectores de fuelle en las botellas de la horquilla o el guardabarros delantero fabricado en aluminio, el mismo material empleado que en la tapa trasera del sillín.

La marca argentina de momento no tiene intención de hacerse ver por Europa y ha seguido su línea de expansión como ya hiciera en los 80, donde sus países vecinos son objetivo de su ampliación de mercado, encontrándose de momento únicamente en Paraguay y por supuesto en su país natal, que vuelve a ver renacer a una de sus marcas más importantes de su historia y en la cual se respiran aires nuevos.

espírituracer

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