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porcentaje más alto de varones (62% y 37% de mujeres), en la franja etaria de 29-44 esto se nivela a favor de las
mujeres (55%) y 44% de licencias otorgadas a varones. En conclusión, las mujeres suelen conducir una vez
llegadas a la etapa adulta, mientras que los varones lo hacen desde más jóvenes.
En lo que respecta a las motos, aún no se registra una presencia fuerte de las mujeres en la conducción: en las
ciudades bajo estudio, las mujeres solo representan entre el 14% (AMBA) dejando ver que sigue la tendencia
de que los varones siguen siendo sus principales usuarios.
La Caja junto a Mujeres al Volante
Nace hace 13 años como una comunidad de mujeres en el mundo de la movilidad; precursora del
empoderamiento femenino, se ha convertido en una plataforma de contenidos para las mujeres que quieren
estar al volante con autonomía y también para aquellas que conducen. Y así lograr una experiencia más
inclusiva y de mayor conocimiento. La Caja trabaja de manera conjunta con la comunidad de Luly Dietrich
para lograr que las mujeres manejen en un escenario vial más equitativo y accesible.
¿Por qué sólo el 28% de las licencias de conducir vehículos corresponden a mujeres? A lo largo de estos 10
años, en Mujeres al Volante fuimos analizando las distintas causas que pueden justificar semejante diferencia:
historias o mandato familiar.
En la mayoría de las familias sólo los varones conducen, y las enseñanzas para aprender a hacerlo suelen ser
destinadas a los hijos varones y no a las mujeres. Muchas mujeres obtienen su licencia de conducir más grande,
mientras que los varones ya establecen un vínculo y pierden el miedo a conducir a más temprana edad.
• Miedo al volante: muchas mujeres
manifiestan miedos para lograr sacar su
licencia, o incluso mujeres que ya la han sacado
no logran vencer los temores para poder
conducir en las calles.
Estos miedos tienen distintos orígenes:
inseguridades propias, accidentes vividos de
más chicas o miedo a provocar un accidente.
La percepción de riesgo es más alta en las
mujeres.
• Brecha salarial: la capacidad de ahorro
de la gran mayoría de las mujeres es menor,
por lo que es más difícil el acceso a la compra
y mantenimiento de un vehículo.
• El auto “de la familia”: en los
matrimonios de varones y mujeres, el auto es
de la familia, pero se lo lleva el varón. Esto
hace que la mujer tenga menos probabilidades
de usar el auto y, por ende, de aprender.
En esta línea, datos de ENMODO (Encuesta Nacional de Movilidad Domiciliaria) que realiza el Observatorio
de Movilidad y Seguridad Vial de la Ciudad, muestran que, del total de los desplazamientos en auto como
acompañantes en la Ciudad, el 62% son protagonizados por mujeres.
Cuando les preguntamos a las mujeres por qué creen que existe esta brecha, nos responden “claramente es
algo cultural que hay que cambiar. En las familias siempre se enseñó a manejar al hijo varón. Hoy la
mujer necesita manejar porque son autosuficientes y cabezas de familia. Cambia el paradigma en la
sociedad y queremos ser parte de ese cambio”. “Creo que es un problema cultural. Gracias a que cada día
avanzamos un poco más como sociedad hoy veo más mujeres que manejan” asegura Dietrich.
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