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La brecha salarial de género persistente en el ámbito laboral responde a múltiples causas y factores,
y uno de los principales drivers de esta desigualdad tiene que ver con una sobrerrepresentación de las
mujeres en sectores de bajos salarios, como, por ejemplo, servicio doméstico, maestranza, educación
y servicios de salud y cuidado de personas, y una mucho menor presencia de mujeres en sectores
que pagan mejores salarios, como economía del conocimiento, banca y finanzas, tecnología, y minería,
entre otras ramas de actividad con remuneraciones por encima de la media.
“Impulsar el aumento de la participación de mujeres en industrias de altos salarios tiene un doble beneficio.
Por un lado, permitiría achicar la brecha salarial de género que aún hoy sufren las mujeres, con salarios
promedio de entre un 10% y 30% menores a los de los hombres en la mayoría de los países, y por el otro
solucionaría algunos de los cuellos de botella que tenemos para para cubrir posiciones en las que hay
escasez de talento, como sucede en perfiles de ingeniería y tecnología” aseguró Andrea Ávila, CEO de
Randstad para Argentina, Chile y Uruguay.
En la Argentina las mujeres perciben ingresos en promedio un 26,9% más bajos que los hombres,
de acuerdo a los datos del último Informe de Evolución de la Distribución del Ingreso de la Encuesta
Permanente de Hogares (EPH - INDEC) correspondiente al tercer trimestre de 2023.
Como parte de su compromiso con el impulso de ámbitos laborales más inclusivos, en los que la
equidad y la diversidad son valores centrales, Randstad identificó los sectores en los que una mayor
presencia femenina puede ayudar a cerrar la brecha salarial de género en Argentina.
• Banca y Finanzas
Al ser uno de los sectores con mejores remuneraciones y con presencia en gran parte del país,
una mayor inserción del talento femenino puede tener un impacto muy importante en el objetivo del
cierre de la brecha salarial.
• Tecnología
Aunque la brecha de género en tecnología ha disminuido en los últimos años, todavía hay una
representación desproporcionada de hombres en roles como ingeniería de software, desarrollo,
programación, ciberseguridad y en general en posiciones de liderazgo en empresas TIC (Tecnologías de
la Información y las Comunicaciones).
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