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Pese a los esfuerzos de algunas automotrices, el mercado argentino sigue limitado por altos
impuestos que elevan los precios de los vehículos híbridos y eléctricos a niveles inalcanzables
para el consumidor promedio.
La falta de políticas gubernamentales que fomenten la electromovilidad es una barrera que, si
no se atiende pronto, podría dejar al país rezagado en esta transformación global.
Es interesante analizar lo que pasa en el mercado mundial.
En agosto de 2024, mientras las ventas de vehículos eléctricos disminuían un 4% en Europa,
en China se alcanzaba un logro histórico con la comercialización de más de un millón de
coches eléctricos en solo 30 días.
Este evento resaltó un contraste notable con la situación europea, donde se observaba el primer
retroceso en la comercialización de autos eléctricos.
De acuerdo con un reporte del Instituto de Investigación de Movilidad Rho, en China, un país
que vende casi 2 millones de vehículos de diversas tecnologías cada mes, más de la mitad de
los autos nuevos vendidos en agosto eran eléctricos o híbridos.
Aunque el parque automotor total mostró una leve caída del 1,1%, el impulso proporcionado
por las políticas gubernamentales para fomentar la movilidad eléctrica ha sido clave en este
aumento.
China sobresale como el mayor productor de vehículos eléctricos a nivel global, no solo por
los incentivos del gobierno, sino también por su control sobre el mercado del litio y las tierras
raras, esenciales para la fabricación de baterías.
Empresas como BYD han conseguido consolidarse como líderes en la industria, superando en
ocasiones a gigantes como Tesla.
No obstante, la situación se ha vuelto más complicada debido a los aranceles impuestos por la
Unión Europea y Estados Unidos a los vehículos eléctricos chinos.
Frente a este panorama, el gobierno chino ha impulsado la compra de coches eléctricos e
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