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De las licencias vigentes a la fecha, solo el 35%
pertenece a mujeres y en la vía pública sólo 2 de cada

10 ocupa el lugar de conductora en los vehículos. Sin
embargo, durante los últimos años la participación
femenina en la conducción demuestra una tendencia
creciente. Entre 2019 a 2022 la emisión de la LNC para
mujeres pasó del 28% al 31% y si se consideran solo
las LNC originales el dato para las mujeres asciende al
40%.

En cuanto a las clases de licencias vigentes a la fecha, cabe mencionar que casi 3 de cada 10 licencias clase A 1
(motos) corresponde a una mujer, dato similar a la participación de las mujeres en las clases B de autos (35%).
Si bien la conducción de motocicletas continúa

siendo eminentemente masculina, las mujeres
cada vez más se animan a este tipo de vehículo.

Respecto a las licencias vinculadas con el
transporte de cargas y pasajeros, se observa
que las mujeres aún no acceden. Es decir que
como actividad profesional se trata de una

actividad que continúa siendo exclusivamente
masculina.
Dentro de la baja participación de las mujeres en este tipo de licencias (0,6%) la mayor ocupación se evidencia
en el transporte de cargas generales (43%) y en el de pasajeros (48%), siendo que las mercancías peligrosas
solo representan el 10%.
Es casi nula la representación de las mujeres entre las LiNTI vigentes: solo el 0,6% de estas licencias corresponde
a ellas. Con respecto al uso de cinturón
de seguridad en la conducción de
automóviles, las mujeres lo utilizan más
(62,5%) que los varones.

En conductoras/es de motos, las mujeres

usan menos el casco que los varones
(60,7% vs. 70,6% respectivamente).
Inversamente, cuando ocupan la posición
de acompañantes en moto, las mujeres
viajan más protegidas por el uso del
casco que los varones (43,2% vs. 39,7%
respectivamente).

No obstante, en la posición de acompañantes (ocupada fundamentalmente por mujeres) el uso del casco es
significativamente menor (42%) respecto de la de conductor/a (68,7%), la cual es asumida en su mayoría por
varones (78,7%).
Esto se traduce en una mayor exposición al riesgo de las mujeres que circulan como acompañantes en
motocicletas ante la eventualidad de la ocurrencia de un siniestro vial.

Sin embargo, vale destacar que estudios
observacionales de la conducta vial realizados
en diferentes localidades del país durante el
período 2021-2022 comienzan a dar cuenta
de una tendencia en la que las mujeres utilizan
cada vez más el casco como conductoras de

moto e incluso su uso llega a superar al de los
varones en algunas jurisdicciones.

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