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En aquel contexto histórico la figura de Eva Duarte de Perón ocupo un rol de notable

         importancia en el proceso de sanción de la Ley, hecho que se produjo durante el
         gobierno de Juan Domingo Perón. Sin embargo, es preciso resaltar la existencia

         de un fuerte movimiento sufragista en nuestro país desde muchos años antes,

         protagonizado por mujeres como Julieta Lanteri, Alicia Moreau de Justo, Elvira
         Rawson, entre muchas otras. Así, aquel movimiento político naciente -el peronismo-

         supo hacer suyas reivindicaciones de larga data en la Argentina y resignificarlas a

         partir de su propia identidad.



         En efecto, fue el Poder Ejecutivo el que presento el proyecto de ley, en el marco de una

         batería de cuarenta leyes que el Presidente había anunciado dentro de la planificación

         estatal conocida como Plan Quinquenal. En esa senda, el 21 de agosto de 1946 el
         proyecto de ley fue aprobado por la Cámara de Senadores, al año siguiente -el 9 de

         septiembre de 1947- la Cámara de Diputados convirtió en Ley el voto femenino, y días

         después -el 23 de septiembre- fue promulgada. De esta manera, el 11 de noviembre

         de 1951 las mujeres argentinas votaron por primera vez, dando un paso histórico en el
         camino hacia la igualdad de derechos en materia de derechos civiles y políticos, siendo

         un paso fundamental en el logro de mayor

         autonomía para ese colectivo.



         Aquello que hoy parece indiscutible, implicó

         años de lucha y organización de las mujeres
         a través de un largo proceso en un escenario

         signado por la desigualdad de género en

         el ámbito público y político. De hecho, esa
         demanda histórica encuentra sus antecedentes

         en las luchas feministas de finales del siglo

         XIX, caracterizadas por la organización de

         las mujeres en agrupaciones socialistas y
         anarquistas con el objeto de batallar para la

         obtención de sus derechos cívicos. En ese

         camino, desde principios del siglo XX hasta
         la efectiva sanción de la Ley N° 13.010 se

         presentaron 22 iniciativas legislativas que

         fueron desestimadas.



         Una mención especial merece el movimiento

         sufragista, caracterizado por la heterogeneidad de sus integrantes, participes también

         de otros movimientos o partidos, que se reunieron en función de intereses comunes;
         mujeres de muy distinto posicionamiento que emprendieron acciones individuales y

         colectivas para igualar derechos.



         Es de destacar la figura de Julieta Lanteri, quien libro varias batallas por los derechos

         políticos de las mujeres y también en relación a otras temáticas relativas a la


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